Thursday, June 30, 2011

La Ciudadania: Un Concepto Occidental Peligroso


LA CIUDADANIA, UN CONCEPTO OCCIDENTAL PELIGROSO(1)



Boletin ICCI ARY-Rimay
Boletín ICCI-ARY Rimay, Año 6, No. 61, Abril del 2004

LA CIUDADANIA, UN CONCEPTO OCCIDENTAL PELIGROSO(1)


Agustí Nicolau i Coll

En el proceso de redefinición de una nueva cultura de la ciudadanía, hay que preguntarse cual es el lugar de la dimensión comunitaria, en tanto que esta es una dimensión constitutiva de la identidad de todo ser humano. Sin ella este último no existe como tal, ya que le falta su fundamento y su razón de existir. El ser humano es de entrada un ser comunitario y podríamos afirmar que esta dimensión comunitaria es transcultural: es decir presente en todas las culturas.

Esta es la realidad más sólida y viva a través de la cual, desde siempre y en las culturas más diversas las personas comparten y construyen su vida con los otros seres humanos, así como con el cosmos y las divinidades.

Por el contrario, la ciudadanía es una realidad relativamente nueva, aparecida en un momento concreto de la cultura occidental moderna (la Revolución Francesa). Podemos asimismo señalar que en el mismo seno de las culturas occidentales la importancia dada a la ciudadanía puede variar mucho de una cultura a otra. Ha devenido un punto de referencia mayor en la cultura francesa pero lo es mucho menos, por ejemplo, en Cataluña. Si salimos del espacio occidental observamos también que la importancia de la ciudadanía, como punto de referencia para organizar la vida de las personas es muy relativa, cuando no (claramente) nociva.

Sin negar las consecuencias positivas que los conceptos de ciudadanía y ciudadano han podido aportar a la sociedad, estamos forzados a aceptar que estos no son los únicos parámetros válidos para asegurar una vida digna y plena a las personas.

Me parece pues, que una nueva cultura de la ciudadanía no (debería) olvidar la dimensión comunitaria, queriendo simplemente reducir el (“canon comunitario”) al (“canon de la ciudadanía”). Efectivamente, el primero precede y se encuentra en la base del segundo. Un tal cambio de perspectiva requiere a la fuerza un despertar a la realidad comunitaria constitutiva de nuestras vidas.

En este sentido voy a mostrar de entrada que a lado de los conceptos abstractos de individuo, colectividad y cultura pública, (propios) de la cultura moderna de la ciudadanía, se encuentran las experiencias vivas y existenciales de la persona, la comunidad y la cultura comunitaria (propias) de la dimensión comunitaria del ser humano y de la realidad. A la vez, voy a abordar la cuestión del pluralismo cultural y de la cohesión social desde la perspectiva de la cultura comunitaria. Finalmente, vamos a explorar algunas pistas de acción para (emplazar) la comunidad en el corazón de nuestra vida social.

Persona e individuo
Actualmente las palabras “persona” e “individuo” son utilizadas la mayor parte del tiempo como sinónimos. Pero, de hecho, existe una diferencia esencial entre una y otra. El concepto de individuo remite fundamentalmente al ser autónomo, que encuentra (su)justificación en si mismo y que se constituye entorno a un conjunto de derechos a ejercer, deberes a cumplir, de necesidades a (satisfacer), de impuestos a pagar… Funciona esencialmente sobre la base del racionalismo y del funcionalismo. Identifica su ser con su pensar, su libertad con su capacidad de escoger, su identidad con aquello que el hace y no con lo que es. El individuo, como ser autónomo, (no tiene) de formar parte de una comunidad, sino de ser uno más, de forma anónima, en el conjunto de la colectividad.

Este concepto de individuo autónomo, (propio) de la cultura occidental, se desarrolló especialmente con la Modernidad y tuvo su consolidación legal con la Revolución Francesa(2). Los aspectos positivos que la reivindicación de la individualidad ha podido tener frente a los abusos de poder y los autoritarismos, no deben impedirnos de constatar, a la vez, que su exaltación desmesurado nos ha llevado a un callejón sin salida.

El individualismo a ultranza se encuentra en la base del actual liberalismo económico, que se interesa solo por los individuos en tanto que consumidores, de la misma manera que el estado se interesa por ellos, en tanto que pagadores de impuestos y usuarios de servicios. La desintegración y la exclusión social tienen entonces el campo libre, pues las solidaridades comunitarias son ausentes o reducidas al mínimo en un espacio donde la autonomía individual ha devenido el único horizonte de nuestra vida. Si la exclusión social a la cual nosotros asistimos actualmente es en último término el fruto del liberalismo económico y de la ausencia del estado en su compromiso con la sociedad, a un nivel más profundo encontramos también la ideología del individuo autónomo en la raíz de este proceso. Sin ella, el liberalismo no podría reducirnos a simples consumidores, ni el estado a estrictos números en un conjunto colectivo. Será pues necesaria una revisión en profundidad de nuestra concepción del individuo autónomo en su condición de fundamento de la sociedad.

Podemos empezar esta revisión tomando en consideración la realidad viviente de la persona, que en lugar de fundarse principalmente sobre la autonomía, se funda sobre la dimensión relacional y sobre la dimensión comunitaria. La persona es singular, y quien dice persona dice nudo singular de relaciones. Implica una mirada más global que no se limita a sus derechos, deberes, necesidades, impuestos, profesión, sino que comprende todas las dimensiones de su existencia: sus creencias, sus valores, su visión del mundo, sus relaciones personales, sus sueños, sus deseos, que no son vividos necesariamente en un espacio privado, sino compartidos en un espacio comunitario. La persona responde a la cuestión: ¿quién eres tú?.

Por su especificidad que le es propia, la persona es miembro enteramente, no de una colectividad abstracta y anónima de ciudadanos y ciudadanas, sino de una comunidad en la cual se realiza, se da, recibe… En fin, más que pertenecer a una comunidad, la persona es esta comunidad, la cual recrea el mundo en unas (continuaciones) únicas, no repetitivos y, a la vez, sagrados.

Comunidad(3) y colectividad
De forma paralela a como he distinguido persona e individuo quiero hacer la distinción entre colectividad y comunidad. La colectividad es un agregado de individuos. Tiene su fuerza y su razón de ser en el número, en la ley de la mayoría. Más individuos hacen una colectividad más fuerte, menos individuos hacen una colectividad más débil. Su definición es esencialmente cuantitativa y es la base de esta cuantificación que la colectividad se organiza bajo la fórmula del estado-nación. Lo que cuenta en una colectividad es menos la calidad de las (relaciones) entre sus miembros y más el respeto de los derechos de cada uno y el acceso a los servicios públicos.

Cuando se habla de la participación de los ciudadanos y ciudadanas en los asuntos de la colectividad, no nos damos cuenta de que esta participación se ha vuelto difícil, casi imposible, por el hecho de que el sentimiento de pertenencia no se ha desarrollado en primer término en una dimensión comunitaria. No obstante, este sentimiento de pertenencia propio de todo ser humano no se da solamente sobre un plano racional y objetivo: implica el ser entero, con todos sus valores, creencias y símbolos. Estos son tan válidos y esenciales como todas las constituciones y cartas de derechos y libertades que puedan imaginarse.

Cada comunidad humana está constituida no de individuos que tienen su autonomía singular como horizonte de vida, sino de personas que, en sus relaciones interpersonales, construyen unos lugares durables, profundos y a la vez espirituales con los otros miembros. Si el individuo y la colectividad nos remiten a unos puntos perdidos en una masa uniformizante, la persona y la comunidad nos hacen sobretodo pensar en los nudos de (una red): sin nudo (persona) no hay (red) (comunidad); pero sin (red) no hay nudos. Toda comunidad humana encuentra su fuerza en la calidad y la solidez de las relaciones que sus miembros establecen entre ellos. Su fuerza no es numérica ni cuantitativa, sino cualitativa.

A diferencia de la ciudadanía y de la colectividad, la comunidad no se limita a las personas actuales: puede también incluir los ancestros (por ejemplo, culturas africanas) como también aquellos-as que aún no han nacido (por ejemplo, culturas indoamericanas). Puede ir más allá, en muchísimos casos, la simple realidad humana para incluir la del cosmos (naturaleza) y la de los dioses (lo divino). Las relaciones así establecidas incluyen finalmente toda la realidad viviente, cosa que constituye la comunidad como menos antropocéntrica y más holística en su relación con la realidad, y; pues, más ecológica en sus relaciones humanas.

Pero tristemente, la comunidad ha sido vista muchas veces como algo a (erradicar) ya que esta sería un escollo para el pleno desarrollo del individuo. Este proceso ha sido muy bien descrito por Bertrand Badie(4):
“La individualización de las relaciones sociales es considerada, desde la filosofía de las Luces, y más aún con el evolucionismo del siglo XIX, como emancipadora y racionalizante: ella libera progresivamente al individuo de las (allégeances) comunitarias, de la tutela de su grupo natural de pertenencia y conduce a una socialización más libre y más crítica, ella lejana de una voluntad natural de la cual es portador el grupo para sustituirla por una voluntad racional, haciendo lugar para el cálculo y la evaluación (…). Según esta lectura, todo comunitarismo no puede ser más residual, (vacío) de tradición y llamado a desaparecer: la gobernabilidad de los sistemas políticos pasa por su reabsorción” (p.116-117).
Esta concepción negativa de la dimensión comunitaria ha sido compartida tanto por las ideologías de derechas como de izquierdas en el espacio cultural occidental. Se trata de hecho de un prejuicio propio de una parte del pensamiento occidental moderno.

Cultura comunitaria, cohesión social y pluralismo cultural
En la definición de una nueva ciudadanía, encontramos la preocupación por hacer frente al desafío del pluralismo cultural, (con el fin de eliminar los riesgos) los posibles peligros para la cohesión social que este podría comportar. Nos referimos entonces a una “cultura pública” que es definida generalmente dentro del marco del Estado-Nación y que se identifica con el gobierno, los poderes y el sector público incluyendo la sociedad civil en su conjunto.

Me parece de cualquier forma muy difícil el poder descifrar el desafío del pluralismo cultural por una aproximación fundada solamente en la cultura pública común, pues esta, restando en el interior del cuadro referencial del individuo y de la colectividad, acaba confundiendo la cohesión social con la uniformización y la homogeneización. Se busca entonces las similitudes para constituir un denominador común que aseguraría la paz social, esperando que las diferencias van a desaparecer o, al menos, van a refugiarse en los espacios privados.

Pero si nos situamos en la perspectiva de la cultura comunitaria, comprendida como aquella que es creada y desarrollada por las personas y las comunidades mismas a partir de su contexto vital, y que está destinada a asegurarles una vida (desarrollada) en comunión con toda la realidad, la visión de la cohesión social deviene radicalmente diferente. Esta sobretodo aparece como estando fundada en la búsqueda de la solidaridad comunitaria, que tiene como objetivo facilitar, menos en hacer entrar el mundo dentro de un marco determinado, que en asegurarle una vida digna y plena. Una vida fundamentada en lo que son las personas y las comunidades, en sus aspiraciones, en sus concepciones de la vida, sus visiones del mundo, sus conocimientos y sus saberes. En este sentido podemos afirmar que las comunidades poseen unas culturas económicas, educativas, sociales, médicas, judiciales… las cuales no tienen porque concordar a la fuerza con las orientaciones del Estado y de la cultura ciudadana.

La cohesión social tiene necesidad de la pertinencia comunitaria de las personas, ya que ésta da un espacio de socialización personalizado, concreto y no anónimo, ligado no a principios abstractos, lejanos y uniformizantes, sino a relaciones verdaderas; todo encuadrado en una cierta visión del mundo y de la vida humana. Es a partir de esta pertenencia que las personas pueden establecer relaciones con otras personas que no comparten la misma pertenencia comunitaria. Es dentro del (interfaces) de esta relación que puede fundarse la cohesión social; y no en la negación de alguna de estas pertenencias en pro de una resolución abstracta, objetiva, racional y estandarizante. El horizonte hacia el cual uno se orienta deviene entonces menos el de definir un denominador común que el de establecer los espacios y los lugares de diálogo y de intercambio entre las diferentes comunidades.

Si el diálogo tiene lugar, se asistirá -seguro- a un enriquecimiento mutuo entre las diferentes culturas comunitarias que transformará a todas sin estar en condiciones de prever que caminos van a tomar estas transformaciones. Es en esta orientación de diálogo que se sitúa el desafiamiento del pluralismo cultural, y no a través de la integración dentro de un cuadro legal y racional.

Hay que señalar que esta cuestión de pluralismo cultural no concierne exclusivamente las relaciones de las “comunidades culturales” con la “sociedad de acogida”, sino también las diferentes concepciones y visiones de la vida que se pueden encontrar en la misma “sociedad de acogida”. Se da por descontado muchas veces que esta es homogénea en sus valores y sus concepciones de la vida y del mundo, cosa que no es tal.

Por desgracia, la omnipresencia del Estado-Nación y de la cultura pública de la ciudadanía ha hecho desaparecer o ha reemplazado en gran parte en Occidente la presencia de las culturas comunitarias, cosa que las convierte en poco o nada visibles. Por contra, observando la realidad de otras culturas menos modernas, podemos constatar que las dinámicas comunitarias están en la base de la dinámica de la sociedad, mucho más que el estado y la cultura de la ciudadanía(5). La presencia en Québec de otras comunidades distintas a las de origen occidental moderno, junto con la crisis del Estado como modelo de organización de la vida social, podría servir al reforzamiento de las culturas comunitarias de aquí.

Exclusión social y exclusión comunitaria
Otra preocupación que encontramos en el momento de redefinir una nueva ciudadanía es la de la exclusión social, que hace rabiar actualmente tanto en el Norte como en el Sur, especialmente por el medio de la exclusión económica. La pobreza y la miseria devienen, cada vez más, realidades sociales incontrolables. Esta exclusión es ciertamente el resultado –en gran medida- de la falta de respeto al contrato social, por parte del liberalismo económico y del Estado-Nación, pero la simple formulación de un nuevo contrato social en el marco de una nueva ciudadanía me parece insuficiente. Es necesario, a mi entender, ir más lejos y tener el coraje de plantearse tres cuestiones esenciales:
¿la ideología del individuo, de la autonomía, de la colectividad y de la cultura pública del Estado-Nación no es la fuente misma de esta exclusión?.
¿ podemos tener como alternativa la pertenencia comunitaria como siendo el proceso por el cual oponerse esta exclusión, dando a las personas un espacio de realización y desarrollo personal?.
¿ podemos preveer incluir en el análisis de la exclusión social otros elementos que depasan la dimensión económica, como serían la exclusión en relación a la naturaleza (por voluntad de dominación); los ancestros (por la creencia que el mundo comienza con nosotros); la dimensión espiritual (por la convicción que nosotros somos el principio y el fin de toda cosa); al Ser (por la pulsión de controlarlo todo); a la dimensión contemplativa (por la voluntad de comprenderlo todo por la simple razón)?.
Analizando los factores que se encuentran en el origen de la exclusión y de la desintegración social, habría que poner mayor atención en el sitio que tiene la destrucción de las pertenencias y de las relaciones comunitarias propias de toda sociedad moderna. Esta destrucción coincide con el inicio de la cultura pública del Estado-Nación en todas las dimensiones de la vida social, sustituyendo las iniciativas comunitarias de la base. Este proceso de destrucción, más antiguo en las sociedades occidentales, es ahora activo en muchas sociedades de los países del Sur, con los resultados negativos que esto conlleva(6). La exclusión comunitaria corta las raíces de la persona con su comunidad y la sitúa sola frente a la “megamáquina” del estado y de la economía de mercado: el camino de la exclusión social está entonces ampliamente abierto.

La reconstrucción de la dimensión personal y comunitaria conlleva una cierta garantía de resistencia frente a la exclusión social y económica, ya que de entrada la persona no queda reducida a un simple consumidor o usuario de servicios. Ella puede ser sostenida por su comunidad por los espacios de solidaridad. En ciertos casos, hasta las iniciativas comunitarias pueden sustituir las leyes del mercado y las de los estados(7). En la práctica esto quiere decir que en muchas de las iniciativas de resistencia frente a la ausencia de compromiso del estado y de los ciudadanos en muchos aspectos, deberá promoverse también iniciativas de reconstrucción y de redefinición de los espacios de pertenencia comunitaria.

No debería (de cualquier modo) reducirse la pertenencia comunitaria a una simple estrategia para hacer a los problemas económicos, ya que esta comprende el ser en su globalidad. Es por esto que debe velar por el hecho de que la pertenencia comunitaria abarca las distintas dimensiones de la realidad, es decir, lo humano, lo cósmico y lo divino. Es en la relación entre estas tres dimensiones que la comunidad, en su totalidad, encuentra su fuerza y su vitalidad.

Si somos capaces de abrirnos a esta perspectiva, podemos ser capaces de descubrir que la exclusión socio-económica no es nada más que el resultado de una exclusión más profunda, que divide y fragmenta la realidad. La confianza de las dimensiones personales y comunitarias deberían permitirnos recomponer esta realidad fragmentada para que la economía, la política, la justicia social, la espiritualidad, el trabajo, la fiesta, no continúen siendo mundos separados en perpetua confrontación.

La pertenencia comunitaria en el corazón de la ciudadanía: algunas pistas de acción
La reconstrucción de la pertenencia comunitaria nos aparece como una condición (a priori) en toda reformulación de la ciudadanía. Debería dejarse de hacer de la cultura de la ciudadanía, del Estado-Nación y del desarrollo el primer punto de referencia de nuestra vida social, con el fin de situar la vida comunitaria y, pues, la persona y toda la realidad comunitaria. La cultura de la ciudadanía sería entonces una dimensión, ciertamente útil, pero secundaria respecto a la primera.

La persona y la comunidad, antes que el individuo y la colectividad, deberían ser los principales puntos de referencia en los programas de educación(8). Esto quiere decir, entre otras cosas, que además de hablar de derechos, libertades y responsabilidades, deberá hablarse también de las raíces, de las relaciones personales, de las creencias, de los valores, de los mitos, de la visión del mundo, de la concepción, de la dignidad y de la buena vida, de los saberes y de las prácticas comunitarias…

La autonomía personal no debería ser situada como el objetivo esencial de la vida humana para adoptar la solidaridad comunitaria, comprendida no como algo simplemente utilitarista, sino esencialmente humano, como formando parte del orden normal e intrínseco de las cosas. Esta solidaridad debería (oponerse tanto a) la exclusión social como la exclusión cósmica (de la naturaleza) y aún la exclusión espiritual. Como nos dicen desde siglos los autóctonos de América del Norte, todos (hombres, animales, plantas, tierra, estrellas, espíritus) somos parte del gran círculo de la existencia, que incluye toda la realidad.

La definición de lo comunitario no debería ser reducida a un conjunto de servicios ofrecidos por organismos no gubernamentales y las distintas iniciativas comunitarias no deberían ser concebidas solo como soluciones puntuales a problemas específicos. Estas iniciativas pueden devenir alternativas radicales y permanentes a la cultura dominante del desarrollo y del progreso(9). La crisis del Estado-providencia, (a pesar de todo su) negativo, puede representar una excelente oportunidad para relanzarlas.

Las iniciativas y estrategias comunitarias de las culturas no occidentales no deberían ser vistas como un peligro para la cohesión social, sino sobretodo como una ocasión de enriquecimiento cultural para hacer frente a todo tipo de exclusiones. En lugar de la simple integración de estas culturas a la cultura dominante de la ciudadanía del Estado-nación, debería establecerse un diálogo activo sobre los saberes y prácticas presentes en estas comunidades, a partir del cual se podría, si fuera necesario, establecer una cultura pública común.

El reforzamiento de los espacios e iniciativas comunitarias a todos los niveles (barrios, pueblos,-clases sociales, de situación-económico, escolar) será al menos tan importante como la formulación de nuevas leyes y de otros mecanismos legales (pueden ser necesarios como son).
En definitiva se trata de resucitar la comunidad y la persona en el corazón de nuestra vida social, subordinando a ellas la ciudadanía, el Estado-nación y el desarrollo. Un desafío creador nos espera.

Notas
1. Este artículo fue publicado por el autor en “Options CEQ”, no.11, automne 1994.
2. Para ver información detallada entorno a la configuración de la identidad individual en la cultura occidental, ver el libro del antropólogo Louis Dumont, Essais sur l’individualisme.Une perspective anthropologique sur l’idéologie moderne, París, 1983, Seuil (Collection Esprit).
3. Tristemente hemos asistido en los últimos 15-20 años a una utilización abusiva de la palabra comunidad, hasta el punto que es actualmente vacía de sentido. En este artículo entiendo principalmente por comunidad una realidad humana, constituída por personas que han construido unos espacios relacionales durables y que comparten, bien un mismo origen familiar o étnico, una misma visión del mundo, un proyecto de vida, una lengua, una historia común, una religión.
4. BADIE, Bertrand, L’État importé. L’occidentalisation de l’ordre politique, (París), Éd. Fayard, 1992.
5. Cf. Gustavo ESTEVA, “Une nouvelle source d’espoir: les marginaux”, en Interculture, vol.XXVI,no.119, (Montréal), Institut Interculturel de Montréal, 1993. En este artículo el autor analiza, a partir del barrio de Tepito, las posibilidades y límites de las dinámicas comunitarias para hacer frente a la exclusión y a la desintegración social.
6. Cf. BADIE, op.cit., para un análisis detallado de la fallida de la exportación del Estado-nación a las sociedades no occidentales, especialmente en Africa.
7. Cf. Los distintos cuadernos de la serie “Alternativas endógenas y vernaculares” de la revista Intercultural editada por el Instituto Intercultural de Montréal, 4917, rue St-Urbain, Montréal (Québec), H2T 2W1.
8. Cf. el artículo de Sally BURNS, “Citizenship or Community Understanding?_The Welsh Alternative”, en el cual se presenta un estudio comparativo entre dos documentos de uso escolar, uno del País de Gales, fundado sobre la comunidad, el otro de Inglaterra, fundado sobre la ciudadanía. La conclusión del autor es que el documento del País de Gales está mejor preparado para sensibilizar a los niños para la vida comunitaria con todas las implicaciones de actitudes activas que esta conlleva, mientras que el de Inglaterra comporta una educación más pasiva de aceptación del statu quo y de las leyes que (en découlent).
9. En este sentido cabe señalar que en distintos países del Sur, frente a diversas situaciones socio-económicas insostenibles, y vista la fallida del estado importado del Norte, la gente retoma iniciativas enraizadas en las comunidades, reivindicando a la vez las propias tradiciones y creando así nuevas formas de solidaridad comunitaria. Ver el libro de Emmanuel N’Dione Dakar, une societé en grappe, (París/Dakar), Karthala/enda-Graf-Sahel, 1992.

© Los artículos del presente Boletín pueden reproducirse citando la fuente


Wednesday, June 29, 2011

ENDGAME Office of Detention and Removal Operation 2003-2012


Office of Detention and Removal Strategic Plan
2003-2012

Detention and Removal Strategy for a Secure Homeland


Contents




Executive Summary ...................................................................................................... ii
Chapter 1. Introduction...........................................................................................1-1
Situation................................................................................................................................................1-1
Enforcement Challenge .........................................................................................................................1-1
Strategic Framework.............................................................................................................................1-2
Stakeholders.........................................................................................................................................1-3
Plan Development ................................................................................................................................1-5
Plan Structure .......................................................................................................................................1-6
Execution ..............................................................................................................................................1-6
Chapter 2. Situational Assessment .......................................................................2-1
Overview...............................................................................................................................................2-1
Situation................................................................................................................................................2-1
Reorganizations and Demands for Service.......................................................................................2-1
Strengths, Weaknesses, Opportunities, Threats (SWOT).....................................................................2-2
Strengths ..........................................................................................................................................2-2
Weaknesses .....................................................................................................................................2-4
Opportunities ....................................................................................................................................2-7
Threats............................................................................................................................................2-10
Chapter 3. Goals and Objectives ...........................................................................3-1
Goal Relationships................................................................................................................................3-1
Homeland Security to DRO ...............................................................................................................3-1
Goal Alignment .....................................................................................................................................3-4
Milestones.............................................................................................................................................3-6
Chapter 4. Strategies ..............................................................................................4-1
Strategic Concept .................................................................................................................................4-1
Strategic Fundamentals........................................................................................................................4-1
Foundations for Success .......................................................................................................................4-1
General .................................................................................................................................................4-2
Strategic Challenges and Success Factors...........................................................................................4-3
Strategic Challenges .........................................................................................................................4-3
Key Success Factors........................................................................................................................4-3
Strategic Initiatives................................................................................................................................4-3
Strategies..........................................................................................................................................4-4
Execution ............................................................................................................................................4-10
Effective..........................................................................................................................................4-10
Plan Maintenance...........................................................................................................................4-10
Planning Cycle................................................................................................................................4-10
Glossary..................................................................................................................... G-1
Executive Summary



Endgame is the Immigration and Customs Enforcement (ICE), Office of Detention and Removal (DRO) multi-year strategic enforcement plan. It stresses the effective and efficient execution of the critical service DRO provides its partners and stakeholders to enforce the nation’s immigration and naturalization laws. The DRO strategic plan sets in motion a cohesive enforcement program with a ten-year time horizon that will build the capacity to “remove all removable aliens,” eliminate the backlog of unexecuted final order removal cases, and realize its vision.


DRO VISION
“Within ten years, the Detention and Removal Program will be able to meet all of our commitments to and mandates from the President, Congress, and the American people.”

Endgame is an essential part of an overall strategic planning process that will integrate operations with budget development and performance measurement. The DRO Strategic Plan Working Group, which developed this plan, will maintain it and the process through a suite of performance indicators. These will ensure that operations and accomplishments are appropriately measured and that the plan accurately reflects the current and future environment.

Endgame is pro-active in its vision to confront and overcome the many challenges DRO faces today and will face tomorrow. Throughout the next ten years, DRO will implement and execute a series of strategies that will develop the capacity and capability to execute all final orders of removal. The three themes listed below are DRO’s “foundations for success,” the pillars supporting the platform from which this plan and its strategies will be launched:

o Building partnerships with critical stakeholders;
o Developing a professional workforce and the infrastructure to retain it; and
o Employing mission-critical systems and information technology.

Endgame embodies the core principles found within the National Strategy for Homeland Security. The National Strategy for Homeland Security promotes a balanced and integrated enforcement strategy, which ensures that the probability of apprehension and the impact of the consequences are sufficient to deter future illegal activity.  Through its operational focus on fugitive apprehension and developing full capacity to remove all removable aliens, Endgame is a key element in the achievement of the balanced immigration enforcement strategy.

DRO’s success as a core element of the immigration enforcement mission will be realized when the synchronization of its resources and infrastructure result in the immediate and effective removal of each removable alien. With this strategic plan, DRO strives toward that goal while ensuring that its services will be provided consistently and professionally. The result will be enhanced homeland security through the successful accomplishment of DRO’s mission.

DRO MISSION
“Promote the public safety and national security by ensuring the departure from the United States of all removable aliens through the fair and effective enforcement of the nation’s immigration laws.”



Chapter 1. Introduction

Situation

Endgame is the Immigration and Customs Enforcement (ICE), Office of Detention and Removal (DRO) multi-year strategic enforcement plan. It is part of a broader planning cycle that, when fully implemented, will integrate strategic and operational planning with the budget building process and performance measurement. Endgame articulates the DRO mission and vision statement, and will guide the development and execution of DRO operations through a focused set of goals, objectives and strategies. The plan identifies core detention and removal business functions and key processes within five goal areas to accomplish several short and long-term objectives. It emphasizes the execution of key processes within the two core functions, removals and custody management, recognizing they will remain essentially the same once the Program is fully integrated into the Department of Homeland Security (DHS).

Enforcement Challenge

Recent events and political initiatives have emphasized the significance of DRO’s mission and the critical need to restore some certainty to the removal of aliens found to be removable. DRO will meet the challenge of this defining moment in our nation’s history, clearly demonstrating our critical role in immigration enforcement and our nation’s domestic security. This plan will guide our efforts in developing operational plans and resource requirements to achieve our national immigration law enforcement policy aims. Through cooperative relationships and effective partnerships with our internal and external stakeholders, we will fulfill the demands of the President, the Congress and the American people. Building these partnerships is fundamental to the success of this plan and DRO’s mission and will result in improvements that maximize efficiencies within the immigration enforcement process. 
Our mission is critical to the immigration enforcement process and provides the final link in securing America’s borders. Our plans, operations and resource requests will be fully integrated with all other immigration enforcement programs and initiatives. Initiatives to improve border security and protect the interior of the United States through an increase in personnel and enhanced information technology, as well as the establishment of the DHS, will require significant increases in detention and removal operations and resources. Our management and staff will use this plan as a reference tool to develop operations that will be properly and fully aligned with all immigration enforcement operations. We will follow this plan to ensure that we manage and maintain an effective detention and removal program, and that we continue to execute our part in the overall immigration enforcement process.

On March 1, 2003, DRO officially became part of the Bureau of Immigration and Customs Enforcement (ICE) of the directorate of Border and Transportation Security (BTS) within the Department of Homeland Security (DHS). This transition brings with it new partners, stakeholders and challenges yet, we must remain diligent in our efforts to provide the entire DRO program with the appropriate tools and resources required to accomplish our mission and daily assignments. Through this team and our inter-agency and internal partnerships, we will succeed in meeting our national policy mandates.

Endgame is part of a broader planning cycle that, when fully implemented, will integrate strategic and operational planning with the budget building process and performance measurement.



Strategic Framework

The Director for Detention and Removal, in conjunction with his staff, has developed a vision statement to guide the efforts of the program for the next ten years. This ten-year vision is focused on the development of the infrastructure, resources, personnel and leadership necessary to develop, maintain and sustain a program that will accomplish its mission efficiently and effectively throughout the next ten years, and beyond.

U.S. immigration policy remains fluid to reflect the ever-changing global and political environment; however, this ten-year vision will transcend these changes, as it is founded in a mission that reflects the core business of the Detention and Removal program. The DRO mission is the cornerstone of this vision  and this plan. Over the next ten years, Endgame will lay the groundwork for developing the capacity and capability to remove all removable aliens. The principles of that foundation are implicit in three overarching strategic themes:

o Build partnerships with critical stakeholders.
o Develop a professional workforce and the infrastructure to retain it.
o Employ information systems and technology.

These three themes influence objectives and strategies across five goal areas. These five goal areas will guide DRO operations and efforts and support ICE strategic goals. The relationships between DRO goals and those of ICE and the National Strategy for Homeland Security are depicted in the graphic on the following page and described in more detail in Chapter 3.

DRO VISION
Within ten years the Detention and Removal Program will be able to fully meet all of our commitments and mandates from the President, Congress and the American people.
To make this happen, the following will be required:
  • Visionary leadership, at all levels of the organization
  • An effectively trained and educated professional workforce
  • The right levels of the right resources such as personnel, facilities, and support infrastructurEffective, responsive, and accurate command, control, communication, computers and intelligence (C4I) systems that truly support our enforcement requirements and improve the way we do business
  • Thoughtful and thorough planning, and effective operational execution

******* 
    (full text continued in pdf file at ENDGAME link above)

    Detention Watch Link:

    About The U.S. Detention and Deportation System

    Thursday, June 23, 2011

    National Latino Congreso calls for Adoption of the UNDRIP


    National Latino Congreso of the United States
    Adoption of the United Nations Declaration on the Rights of Indigenous Peoples
    http://www.latinocongreso.org/resolutionsapproved.php?id=246
    This Resolution was Approved By the National Latino Congreso on Day 3, Sunday, January 31, 2010
    El Paso, Texas
    Submitted by:   TONATIERRA
     www.tonatierra.org



    WHEREAS, The United Nations General Assembly has adopted the UN Declaration on the Rights of Indigenous Peoples on September 13, 2007, establishing a new systemic standard of recognition, respect, and protection for the Rights of Indigenous Peoples of the world; and

    WHEREAS, The Doctrine of Discovery, emanating from the European invasion and subsequent colonization of the continent Abya Yala [the Americas] has served as an instrument of dehumanization and genocide of the Nations and Pueblos of the Indigenous Peoples of the territories identified as Latin America since October the 12th, 1492; and

    WHEREAS, Such Doctrines of exploitation and expropriation of the natural resources and labor of the Nations and Pueblos of Indigenous Peoples of Abya Yala [the Americas] continue unabated and find their contemporary instruments of expression in the multilateral and bilateral Trade Agreements such as NAFTA; and

    WHEREAS, In the process of realizing the National Call to Action and March for Human Rights in Phoenix Arizona on January 16th 2010, a Community Indictment was served upon the office of the Sheriff of Maricopa County, Arizona J.Arpaio (et al), which specified Violations of the Rights of Indigenous Peoples as stated in Article 36 of the United Nations Declaration on the Rights of Indigenous Peoples and nations of the Indigenous Peoples of Abya Yala;

    1. THEREFORE BE IT RESOLVED that organizations represented by delegates of the 2010 National Latino Congreso proclaim endorsement and commitment to the principles of the United Nations' Declaration on the Rights of Indigenous People's Adopted by the U.N. General Assembly on September the 13th, 2007; and

    2. FURTHER BE IT RESOLVED that organizations represented by delegates of the 2010 National Latino Congreso should petition U.S. President Barack Obama and the U.S. Congress to Act in due haste to adopt the United Nations Declaration on the Rights of Indigenous Peoples.


    NAHUACALLI
    Embassy of Indigenous Peoples
    www.nahuacalli.org

    US Senate Indian Affairs Committee
    Oversight Hearing on the United Nations
    Declaration on the Rights of Indigenous Peoples
    June 9, 2011

    Wednesday, June 22, 2011

    Secure Commuities Rejected: ICE Pig Lips

    Rights Groups Say Proposed Tweaks to Secure Communities Program Are Too Little Too Late



    Contact: press@ccrjustice.org

    June 17, 2011, Washington, D.C. – The Center for Constitutional Rights, Detention Watch Network (DWN), Rights Working Group (RWG), National Day Laborer Organizing NetworkNational Immigration Project reject Immigration and Customs Enforcement’s (ICE) announcement today of minor changes to Secure Communities, a federal immigration enforcement program that has come under fire by communities nationwide that say it undermines public safety, invites racial profiling and fails in meetings ICE’s own objectives by funneling non-citizens into what groups say is a dangerous detention and deportation system. Just this month, states like New York, Massachusetts and Illinois and other localities announced their refusal to participate in the controversial program.

    The coalition says it is encouraged that ICE appears to be responding to the broad public outcry against Secure Communities, but say ICE’s appointment of a commission to inquire into abuses will do nothing to address the program’s underlying dysfunction; rather, groups say these cosmetic changes only mask the dangers of rolling out a program unfettered by meaningful oversight and accountability.

    “These changes are nowhere near sufficient to address the well-documented problems with the Secure Communities program that has thus far torn apart countless families across the country by funneling people into a detention and deportation system rife with abuse,” said Andrea Black, Executive Director of Detention Watch Network. “The flaws with Secure Communities run so deep that the only solution is termination of the program.”

    “We are stunned by the inadequacy of this announcement. Reform before review not only puts the cart before the horse, it continues to take the country in the wrong direction,” said Paromita Shah, Associate Director of the National Immigration Project. “ICE should listen to our elected leaders rather than ramming this federal program down the throats of localities that want nothing to do with it.”

    “When federal auditors and inspectors are ignored, as they were with the 287(g) program, one has to wonder what good an ’advisory’ committee will do here,” said Retired Chief of the Sacramento Police Department and Current Project Director of the Law Enforcement Engagement Initiative Arturo Venegas. “Advice given is not required to be taken! You have three governors and umpteen chiefs of police and sheriffs telling you there are major problems with the program and that they want out. How much heavyweight advice do you need?”

    Ongoing Freedom of Information Act (FOIA) litigation by the Center for Constitutional Rights, the National Day Laborer Organizing Network and the Immigration Justice Clinic of the Benjamin N. Cardozo School of Law has uncovered a vast, sophisticated biometrics system that is largely unregulated, and some experts say the program infringes on the constitutionally-protected privacy rights of U.S. citizens.

    “Secure Communities is a Frankenstein program – and no amount of makeup can help save our communities from its ravaging effects,” said Pablo Alvarado, Director of the National Day Laborer Organizing Network. “Secure Communities is a symbol of President Obama’s approach to immigration – more spin than substance. Nothing less than a cancellation of the program could move this administration towards repairing the trust it has lost with Latino communities across the country.”

    “ICE is simply putting lipstick on a pig. The civil rights and privacy issues triggered by the implementation of Secure Communities are just the tip of the iceberg,” said Sunita Patel, Center for Constitutional Rights staff attorney. “Our litigation has revealed the possibility of a much larger Big Brother scheme taking root – every community in the country may soon be fighting violations of our due process rights.”

    “This Administration can no longer continue standing by Secure Communities,” said Margaret Huang, Executive Director of Rights Working Group. “By continuing to support the program it is sanctioning racial profiling, eroding the trust local law enforcement agencies have built with communities of color and signaling to the international community that our immigration system does not respect the basic human rights of all persons in our country.”

    Among the coalition’s demands, it is calling on the Obama administration to:
    • Publicly oppose and terminate all programs that create partnerships between state and local law enforcement and the Department of Homeland Security;
    • Halt the development of the vast data gathering infrastructure that houses Secure Communities and inform the public of the current scope and purpose of its data collection and dissemination activities; and
    • Allow state and local jurisdictions to opt-out of Secure Communities.
    For more information, visit http://www.ccrjustice.org/securecommunities.

    The Center for Constitutional Rights is dedicated to advancing and protecting the rights guaranteed by the United States Constitution and the Universal Declaration of Human Rights. Founded in 1966 by attorneys who represented civil rights movements in the South, CCR is a non-profit legal and educational organization committed to the creative use of law as a positive force for social change.

    Rights groups reject ICE changes to immigration enforcement program

    JURIST



    The Center for Constitutional Rights (CCR) [advocacy website] and a coalition of other rights groups Friday rejected [press release] the changes announced by US Immigration and Customs Enforcement (ICE) [official website] to the criticized Secure Communities Program [materials], a federal enforcement program that partners local law enforcement with federal immigration authorities.


    The groups claim Secure Communities undermines public safety, invites racial profiling and pulls non-citizens into what they call a "dangerous" system of detention and deportation. ICE announced changes [WSJ report] Friday to its program that requires local law enforcement to turn over fingerprints to federal immigration officials after booking arrested individuals to check for immigration violations.

    The changes include the creation of an Advisory Committee and Minor Traffic Offenses to provide recommendations on how to focus on those illegal immigrants who pose a legitimate threat to public safety. ICE also issued a memorandum [text, PDF] promoting prosecutorial discretion by looking at considerations such as the individual's length of time in the US, whether they are pursuing an education and their prior immigration history. The rights groups said they commend ICE for trying to make changes in response to an outcry against the program but called the changes merely "cosmetic."


    Earlier this year, the Inter-American Commission on Human Rights (IACH) [official website] released a report [JURIST report] arguing that US immigration enforcement agencies are overly reliant on a flawed detention system. The IACH investigated six immigrant detention centers based throughout Arizona and Texas. The report expressed concern over increased use of detention by the US government, citing a doubling in detention of non-citizens by ICE. It criticized the US government for viewing detention as a necessity and not as an exception in its enforcement.

    Absent comprehensive reform at the federal level, illegal immigration continues to be a concern for local governments as well. There are currently federal court challenges over preemption of state immigration bills passed by Arizona and Georgia [JURIST reports].

    Earlier this month, the Oklahoma Supreme Court [official website] upheld an immigration law [JURIST report] authorizing law enforcement to use concurrent authority with the federal government to control illegal immigration, preventing illegal immigrants from receiving drivers' licenses or state-issued ID cards, making illegal immigrants ineligible for state assistance, and requiring employers to check the immigration status of its employees.

    Last month, the US Supreme Court [official website; JURIST news archive] ruled in Chamber of Commerce v. Whiting [Cornell LII backgrounder] to uphold an Arizona immigration [JURIST report] law that imposes penalties on businesses that hire illegal immigrants.

    OEA Comisión Interamericana de Derechos Humanos - INFORME SOBRE INMIGRACIÓN EN ESTADOS UNIDOS


    ÍNDICE
    pdf
                       1.       Solicitantes de asilo
                       2.       Derecho a solicitar asilo
                       1.       Derecho a la atención médica
                       1.       Cuestiones generales
                                 a.       Deportación expedita
                                           i.        Unidad de aplicación de la ley en el lugar de trabajo
                                           ii.       Equipos de operaciones contra fugitivos
                       4.       La libertad bajo fianza
                       1.       Ausencia de un sistema de detención civil
                       5.       Servicios de alimentación
                       6.       Condiciones de vida
                       7.       Acceso telefónico
                       8.       Recreación al exterior
                       10.     Acceso a recursos legales
                       11.     Disciplina
                       12.     Procedimientos para quejas
                       1.       Familias migrantes
                       2.       Niñas y niños no acompañados
                       6.       Debido proceso para grupos vulnerables
                                 a.       Niñas y niños no acompañados
                                 b.       Inmigrantes con discapacidad
                       3.       Sistema de detención civil
                       1.       Cuidados médicos y salud mental
     
    Respuesta del Gobierno de los Estados Unidos ante la CIDH con respecto al proyecto de informe sobre Inmigración en Estados Unidos: Detención y Debido Proceso (disponible en inglés)
    Documento publicado gracias al apoyo financiero de España.
    Las opiniones aquí expresadas pertenecen exclusivamente a la CIDH
    y no reflejan la postura de España.