Comites de Defensa del Barrio Press Release
Phoenix, Aztlan (Donde vive el espíritu de la verdad)
Contact: Salvador Reza
Date: June
23, 2014Phoenix, Aztlan (Donde vive el espíritu de la verdad)
Contact: Salvador Reza
"Échame a mi la culpa de lo que pase, cúbrete tu la espalda
con mi dolor, que allá en el otro mundo en vez de infierno se encuentre gloria
y que una nube de tu memoria me borre a mi.”
Canción “Échame a mi la culpa” de
Ricardo Montaner
Otra vez el gobierno
de estados unidos nos echa la culpa de su desastre económico y socio-político y
encubre su crisis imperialista utilizando a los niños para cerrar cualquier
posibilidad de Reforma Migratoria y junto con ello reforzar el concepto del
Destino Manifiesto cual reza. “Por mandato de Dios el hombre europeo extenderá
su dominio desde el Atlántico hasta el Pacifico y de Alaska hasta la
Patagonia.”
Para todos aquellos ilusos que todavía confiaban en el
Presidente Obama; Parar las deportaciones, legislar una reforma migratoria esta
Kaput, Muerta, Dead on Arrival. La culpaesta vez no es de los terroristas. ¡NO! La culpa se la
echan a los mocosos, hambrientos, muertos de hambre, que siguen invadiendo la
Casa Blanca. La culpa de acuerdo a Washington son los gobiernos centro
americanos al servicio del imperio que no solo envían “desde un kilo de oro a
una simple banana ahora envían millones de indígenas muertos de hambre que invaden y roban la
tranquilidad de los ciudadanos.”
En otras palabras se ha encontrado la formula para
militarizar las fronteras desde El Salvador hasta la frontera de México con
estados unidos. Se ha encontrado la formula para frenar el debate en el
congreso de estados unidos. Se ha encontrado la formula para utilizar las bases
militares como centros de concentración y todo bajo el pretexto de dar una
respuesta a la “crisis humanitaria.” Dicho sea de paso es una crisis fomentada
por la política exterior de estados unidos en Honduras, El Salvador y
Guatemala.
Durante la
época del Presidente Bush “junior” utilizaron el pretexto de las Torres Gemelas
de Nueva York para frenar cualquier acuerdo de Reforma Migratoria. Enterrado
entre los escombros de los avionazos estaban las esperanzas de millones de
seres humanos que querían ejercer el derecho humano de viajar y vivir con sus
familias como lo garantiza la Carta Universal de Derechos Humanos. La doctrina
del Destino Manifiesto otra vez niega el derecho de viajar libremente a los
descendientes de Teporaca, Cajeme, y Cuahutemoc.
Hoy en día se utilizo otra crisis para cerrar las fronteras y frenar cualquier intento de reforma migratoria a los hijos originales de este continente y acusarlos de inhumanos, crueles, y abusa niños. En los ojos de los gobiernos de extracción europea, “otra vez las hordas salvajes invaden el castillo” y hay que subir el puente para que los cocodrilos se coman a cualquier invasor que se arriesgue a pasar aguas infestadas de peligro.
Hoy en día se utilizo otra crisis para cerrar las fronteras y frenar cualquier intento de reforma migratoria a los hijos originales de este continente y acusarlos de inhumanos, crueles, y abusa niños. En los ojos de los gobiernos de extracción europea, “otra vez las hordas salvajes invaden el castillo” y hay que subir el puente para que los cocodrilos se coman a cualquier invasor que se arriesgue a pasar aguas infestadas de peligro.
Sin embargo esta vez el incidente utilizado para cerrar las
fronteras no es el ataque de las torres gemelas de Nueva York, ¡NO! Esta vez el
ataque son los millones de niños Mayas que corren hacia el norte en busca de su
madre o su padre al que no han visto quizás desde antes de nacer. Otra vez los
invasores no son “terroristas,” son niños en busca de sus padres a los que se
tiene que repelar y de paso utilizar la embestida de niños para frenar de una
vez y para siempre la noción de que se les va permitir a los pueblos originales
el paso por su propio territorio; ahora convertido en castillo europeo con
fronteras nacionales de contención para mantener a los aborígenes en lugares
donde no perturben la paz y la tranquilidad de los colonos.
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| Charles Cunningham Boycott |
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