Comités de Defensa del Barrio
Press Release
El 4 de julio
acaba de pasar y los estruendos de los fuegos artificiales vulgarmente
conocidos como “cuetes” todavía “retiembla en el centro la tierra” al sonoro
rugir del sonido ensordecedor. Miles de perritos asustados terminaron en los
asilos de perros y miles de dueños andan frenéticamente buscando sus mascotas
despavoridas ante el despliegue artificial.
Algo similar pasa
el 16 de septiembre en México, pero allá es mas oficial. Los discursos
patrióticos se lanzan desde los balcones en los palacios de gobierno y el grito
de Viva México resuena ante el espectáculo de los juegos artificiales
iluminando la noche con figuras patrióticas.
Y esto me lleva a mi comentario sobre el patriotismo. El patriotismo es algo
similar a la religión a la que perteneces.
Es algo que se ingiere como la leche
materna. Entra en el subconsciente y se queda como la religión inculcada de
niño. Los cristianos en las cruzadas iban en guerras santas contra los
musulmanes. Y los musulmanes hacían lo mismo en las invasiones a España o
Constantinopla. Aun hoy en día se luchan guerras entre hermanos por la religión
a la que pertenecen. Las religiones se dividen en varias sectas de
interpretación de la Biblia.
Los seguidores
del intelectual revolucionario mexicano Ricardo Flores Magón pisoteaban la
bandera mexicana en sus mítines a riesgo de ser linchados. Su propósito era
concientizar a la población sobre como los símbolos patrios solo servían a los
intereses de los capitalistas para que los pobres pelearan en sus guerras por
intereses petroleros, mineros, o territoriales. Clamaban antes de salir huyendo
de las pedradas y los balazos, “esta, esta, es la causa de nuestros males.”
Sin embargo, no faltaba alguien que sacaba una bandera mexicana y luego alguien una norteamericana y en lugar de unirnos contra las injusticias terminaban casi a golpes por un trapo pintado que nada tenia que ver con la causa por la que estábamos protestando. La causa eran los derechos humanos de todo mundo, no el patriotismo particular de este o de otro individuo.
Esto se utilizaba después en los medios de comunicación partidaria para desprestigiar la lucha o para criticar la falta de amor al país de tal o cual bandera. En una ocasión un individuo me pidió montar una enorme bandera norteamericana en una grúa que acompañaba la marcha. Le explique que no se trataba de patriotismo, pero la valió y la monto.
Los mexicanos se enojaron y montaron sus banderas aun si mas pequeñas. En una de las intersecciones un chofer norteamericano molesto, toco con la defensa del carro a uno de los manifestantes a lo que inmediatamente el individuo que puso la bandera en la grúa saco su placa de policía y lo obligo a que no siguiera golpeando a los manifestantes.
Y es que la táctica de divide y vencerás es utilizada por los
poderosos a través del patriotismo.
Ese policía no izó la bandera en la grúa
nomas por hacerlo. Fue asignado por sus superiores para sembrar la división
entre los manifestantes y para criticar a los manifestantes ante los medios de
que no amaban a estados unidos y por tal no tenían derecho de estar aquí en
estados unidos. El patriotismo es tan irracional como pelearse porque eres del América
y el otro es de las Chivas Rayadas. Y si no tienes cuidado; por un trapo, no
solo pierdes amistades sino en ocasiones hasta la vida.
Salvador Reza