Wednesday, March 24, 2021

Tlahtol Macehualli: Lucha Larga, Frontera Falsa

Comités de Defensa del Barrio

Phoenix, Aztlan 

Donde vive el espíritu de la Verdad


En 1839, John L. O’Sullivan, editor de la revista Democratic Review escribió sobre el gran destino de estados unidos como “Destino manifiesto de sobreponerse sobre el continente dado por la providencia para el libre desarrollo de los nuestros que se multiplican por millones.” Fuente “The Great Nation of Futurity,” The United States Democratic Review, Volume 6, Issue 23, pp.426 - 430


Sin embargo, el concepto de la superioridad del hombre blanco que rezaba que:
por mandato de Dios estados unidos esta predestinado a expandirse del Atlántico hasta el Pacifico y de Alaska hasta la Patagonia” 
venia fraguándose desde los primeros pioneros Ingleses desembarcaron en la mítica Roca de Plymouth. Dicho sea de paso, una roca que no apareció hasta los finales de los 1700 para cementar la mitología de estados unidos. Si vas y la mira hoy es una piedra insignificante encarcelada con barras y partida en dos por el oleaje.

Una piedra que en un tiempo fue cargada en carretas y jalada por mulas por las diferentes colonias para acentuar el mito del mandato que Dios otorgo al hombre blanco para matar a cualquiera que se opusiera a la expansión del europeo sobre los pueblos originales que estorbaban su camino.



¿Porque es importante recordar esta doctrina hoy en día?

Es importante para entender la política migratoria de estados unidos en especifico y las acciones diplomáticas de México y los otros países afectados por la supuesta crisis migratorias de estados unidos. Cuando estados unidos después de un siglo luchando contra los pueblos originales finalmente logro que Gerónimo depusiera las armas, no solo se había expandido del Atlántico hasta el Pacifico, sino que había desposeído a México de mas de la mitad de su territorio.

Las políticas migratorias de allí en adelante no solo eran para controlar La Apacheria, sino para controlar los habitantes descendientes de los pueblos indígenas en ambos lados de la frontera. El termino de allí en adelante cambio de “Salvaje” a “Ilegal.”



Cuando el tratado de Guadalupe Hidalgo otorgo derechos a los ciudadanos mexicanos no se refería a lo pueblos Yaqui, ni los O’otham, ni a los Coahuila, o los Tigua, se refería a los descendientes de españoles y dueños de tierras otorgadas por la corona en un tiempo y aceptadas por el gobierno criollo de México.

Es por eso que hoy en día lo únicos que tienen problemas para ingresar legalmente a los estados unidos no son los adinerados de cualquier país. El problema sigue siendo con los pueblos indígenas pobres que amenazan “la estabilidad” de estados unidos.



La amenazan no por ser trabajadores, la amenazan porque cambia la composición de los adherentes de MAGA (Make America Great Again) que se ven arrollados por millones de rostros que no reconocen, por lenguas que no entienden, y por costumbres que no comparten.

Entonces la política migratoria entra en contradicción con las propias reglas del mercado de oferta y demanda restringiendo la mano de obra simple y sencillamente por el racismo inherente en las doctrinas de superioridad racial incrustadas en la doctrina del Destino Manifiesto.

La lucha es larga pero sin entender la historia, seremos arrollados por doctrinas ajenas a nosotros.


Salvador Reza



YouTube:
MAZAMEH
Clanes de Destino

Thursday, March 4, 2021

Tlahtol Macehualli: Fronteras de Gatos Escaldados

 

¿Puedes certificar de memorioso al gato escaldado que huye hasta del agua fría? No, sino que es un gato miedoso. La escaldadura le ha entrado en la memoria. La memoria no recuerda el miedo. Se ha transformado en miedo ella misma.  (Bastos, Augusto Roa, Yo, El Supremo  Capitulo 2)


Dentro de la lucha por nuestros derechos como seres humanos hemos caído en la trampa tendida por los sistemas de explotación impuestos desde la invasión.

Hoy en día se manifiesta en rogar a los estados permitir entrar, vivir, y convivir en áreas geográficas determinadas a los pobladores originales. Nuestra memoria ancestral, nuestro Tezcatlipoca, ha sido escaldada en las hogueras de la inquisición que convirtieron el fuego sagrado en castigo para memorizar el miedo en las conciencias.

El fuego paso de ser el aliado que calentaba nuestra comida y nos abrigaba en las noches frías, al instrumento infernal de los sacerdotes inquisidores y los perros rabiosos de Hernán Cortes. El fuego ceremonial lo transformaron en quemador de cuerpos humanos colgados de vigas ardiendo sobre leña verde para que achicharrare más fuerte aquellos herejes y así escaldar en nues-tra memoria la Biblia y la cruz como la salvación de nuestra vida, nuestra familia, nuestra sociedad.

 Hay de aquel rebelde que ose desafiar las órdenes del rey y sus obispos. Hay de aquel que ose caminar por el camino real sin el permiso del encomendado o el hacendado. Hay de aquel que intente cruzar las fronteras impuestas que demarcan la invasión de los reinados europeos sin el pasaporte inventado por órdenes del rey de España, Inglaterra, Francia, o Portugal. Hay de aquel que ose entrar sin permiso a Estados Unidos, México, Guatemala, Canada, o cualquier país colonial.

Al ver sus soldados, sus agentes aduanales, sus jueces, nuestra memoria tergiversada vuelve a la que-madura de los pies de Cuauhtémoc. Vuelve a los doce cuerpos aborígenes colgados y calcinados representando doce apóstoles. Castigados a muerte en hogueras ardientes por no aceptar las órde-nes del obispo, el sacerdote, o el presidente en turno. Hay de aquel que se le olvide la memoria del miedo convertida en terror generacional. Aquel que supere el miedo sera nuevamente torturado de-trás de las rejas de la inquisición para que recuerde el miedo, y así borrar nuestra memoria ancestral.


Nuestra lucha no es solo por un salario de $15 dólares la hora, o una reforma migratoria. No, nuestra lucha es por recuperar la memoria.

Vivimos por instintos programados de la misma manera que programan un perro, un elefante, un caballo. Nos programan desde las caricaturas, las escuelas, las filosofías, la política de derecha o de izquierda. La memoria verdadera está en el espejo humeante, nuestro Tezcatlipoca. Nuestra memoria está en cada mata de maíz, de frijol, de papas, de calabaza.

Nuestra memoria está en recordar que sin honrar a Nuestra Madre Tierra nos quedaremos sin viento, sin agua, sin aire, sin nada. Nuestra memoria está en estar conscientes que los estados coloniales son impuestos. 
 

Que las fronteras son prisiones, no son demarcaciones patrióticas ni ju-ramentos a los gobiernos extranjeros en turno que siguen y seguirán siendo en cualquier país de este continente simple y sencillamente administradores coloniales sobre los pueblos originales in-vadidos.
 

¿Memoria, cual memoria, la memoria del gato escaldado? No.