Tlahtol
Macehualli
Donde
vive el Espíritu de la Verdad
En mi prueba de estudios superiores en la universidad para pasar al doctorado, uno de los 5 profesores que me estaban examinando pregunto. ¿Puede un marxista estar enajenado? Fue una pregunta mas bien lanzada como critica de un maestro de historia anti-marxista contra mis otros profesores simpatizantes de la filosofía marxista. Para mis maestros, la herramienta para la liberación de los seres humanos se daba a través de la filosofía de Carlos Marx.
Mi contestación fue rápida y directa. Nadie puede escapar la enajenación puesto que vive dentro de un sistema enajenado. Independientemente de sus procesos mentales esta atado al sistema enajenado llamee como se le llame. El maestro sonrío en su pequeña lucha ideológica con mi maestra marxista.
Ambos luchaban por probar a través de mi contestación su ideología política como la correcta para así decidir se me daban el pase para escribir mi tesis y en ultima instancia atarme a la futilidad académica alejada de nuestra realidad y manipulada en una programación constante para el control mundial por entidades mucho mas allá del entendimiento de los propios maestros que luchaban por ganar otro adepto mas a sus teorías enajenadas.
Se trataba de un análisis literario del cuento de José Revueltas, “Dios en la Tierra.” El pequeño cuento parecía enseñar la capacidad del ser humano para desgarrarse a si mismos y estaba basado en la guerra de los Cristeros en México.
La iglesia pugnaba una lucha con el estado para el control económico y político de México post revolucionario. Para los que conocen la canción de “Valentín De La Sierra,” se dan una idea de la lucha armada entre los federales y los cristeros. Sin embargo en este caso un maestro rural al ver a los federales a punto de morir de sed rompe la orden cristera de no darles, “ni una gota de agua.”
El maestro a escondidas les lleva un cántaro de agua al pelotón de federales solamente para ser interceptado e empalado como “espantapájaros" ante los ojos del pueblo y los federales que no alcanzaron ni una gota de agua para su ardiente sed.
La enajenación de los seres humanos de su esencia natural nos lleva a guerras interminables donde nos matamos unos a otros como es el caso de la guerra contra el narco en México donde ya van mas de 200,000 muertos y mas de 30,000 desaparecidos.
El caso es que mi postura entonces y todavía es que la esperanza y la des-enajenación se dan cuando un ser humano esta dispuesto a dar su vida para que otro ser humano viva, independientemente de ideología, credo, partido político, nacionalidad o color de la piel. Y el agua no es un símbolo, es la vida misma. Que un maestro estuviera dispuesto a arriesgar su vida para darle agua a otros seres humanos es la esperanza.
Es llegar a la des-enajenación impuesta pos sistemas políticos enajenados del ser humano que calculan el numero de muertos para alcanzar el objetivo como calcular perdidas materiales en una empresa cuyo único fin es maximizar el capital para el beneficio económico de un bando o de otro.
Desde entonces, deje el doctorado, deje la academia, y me fui a aprender de los que todavía se conectan con el agua, al fuego, el viento y la tierra. Los pueblos originarios.
Los que todavía se aferran a ser uno con la naturaleza sin tapujos ideológicos que borran la claridad de nuestra verdadera identidad: hijos de la Madre Tierra y hermanos de toda la creación.
Salvador Reza
Los Comités
de Defensa del Barrio
Phoenix,
Aztlan
En mi prueba de estudios superiores en la universidad para pasar al doctorado, uno de los 5 profesores que me estaban examinando pregunto. ¿Puede un marxista estar enajenado? Fue una pregunta mas bien lanzada como critica de un maestro de historia anti-marxista contra mis otros profesores simpatizantes de la filosofía marxista. Para mis maestros, la herramienta para la liberación de los seres humanos se daba a través de la filosofía de Carlos Marx.
Mi contestación fue rápida y directa. Nadie puede escapar la enajenación puesto que vive dentro de un sistema enajenado. Independientemente de sus procesos mentales esta atado al sistema enajenado llamee como se le llame. El maestro sonrío en su pequeña lucha ideológica con mi maestra marxista.
Ambos luchaban por probar a través de mi contestación su ideología política como la correcta para así decidir se me daban el pase para escribir mi tesis y en ultima instancia atarme a la futilidad académica alejada de nuestra realidad y manipulada en una programación constante para el control mundial por entidades mucho mas allá del entendimiento de los propios maestros que luchaban por ganar otro adepto mas a sus teorías enajenadas.
Se trataba de un análisis literario del cuento de José Revueltas, “Dios en la Tierra.” El pequeño cuento parecía enseñar la capacidad del ser humano para desgarrarse a si mismos y estaba basado en la guerra de los Cristeros en México.
La iglesia pugnaba una lucha con el estado para el control económico y político de México post revolucionario. Para los que conocen la canción de “Valentín De La Sierra,” se dan una idea de la lucha armada entre los federales y los cristeros. Sin embargo en este caso un maestro rural al ver a los federales a punto de morir de sed rompe la orden cristera de no darles, “ni una gota de agua.”
El maestro a escondidas les lleva un cántaro de agua al pelotón de federales solamente para ser interceptado e empalado como “espantapájaros" ante los ojos del pueblo y los federales que no alcanzaron ni una gota de agua para su ardiente sed.
La enajenación de los seres humanos de su esencia natural nos lleva a guerras interminables donde nos matamos unos a otros como es el caso de la guerra contra el narco en México donde ya van mas de 200,000 muertos y mas de 30,000 desaparecidos.
El caso es que mi postura entonces y todavía es que la esperanza y la des-enajenación se dan cuando un ser humano esta dispuesto a dar su vida para que otro ser humano viva, independientemente de ideología, credo, partido político, nacionalidad o color de la piel. Y el agua no es un símbolo, es la vida misma. Que un maestro estuviera dispuesto a arriesgar su vida para darle agua a otros seres humanos es la esperanza.
Es llegar a la des-enajenación impuesta pos sistemas políticos enajenados del ser humano que calculan el numero de muertos para alcanzar el objetivo como calcular perdidas materiales en una empresa cuyo único fin es maximizar el capital para el beneficio económico de un bando o de otro.
Desde entonces, deje el doctorado, deje la academia, y me fui a aprender de los que todavía se conectan con el agua, al fuego, el viento y la tierra. Los pueblos originarios.
Los que todavía se aferran a ser uno con la naturaleza sin tapujos ideológicos que borran la claridad de nuestra verdadera identidad: hijos de la Madre Tierra y hermanos de toda la creación.
Salvador Reza
Cada lunes de 4:00-5:00 PM en Radio 11909 AM desde Phoenix, Arizona
Derechos Civiles - Derechos Humanos - Derechos Indigenas
DEFENSA
de la
INTEGRIDAD TERRITORIAL
de la
MADRE TIERRA
YouTube: