Comités de Defensa del Barrio
Phoenix, Aztlan
Donde vive el espíritu
de verdad
Tigres Norteados
Una de las canciones que le enseñe a mi hija cuando apenas aprendía a caminar fue la Canción de Los Tigres del Norte, “La Jaula de Oro.” No quería que mi niña se avergonzara de ser mexicana y quería que en su tierna edad empezara aprender el significado de ser prisioneros al dinero. En ese tiempo, los principios de los 80’s, intentamos invitar a Los Tigres a tocar en la Universidad de California en San Diego, pero por diversas razones no se pudo. Sin embargo cuando mi niña supo que estaba hablando por teléfono con Jorge me dijo, yo quiero hablar con él. Muy cordialmente Jorge permitió que mija le dijera, “yo se cantar la Jaula de Oro” a lo que le canto la canción completa. Jorge pacientemente escucho toda la canción de una niña de escasos tres años sin molestarse y hasta le dijo algo como “Que bien cantas.”
Me acuerdo que le dije a Jorge algo que no se me olvida. “No
dejen de cantar las canciones al pueblo porque si no dejaran de ser Los Tigres
del Norte,” a lo que Jorge respondió,
“Siempre seremos fiel al pueblo y nunca dejaremos de ser Los Tigres del
Norte.” Y de corazón les agradecemos que no se prestaran a la invitación que se
le hizo al Gobernador de Arizona Doug Ducey, exigiéndole a los promotores no
invitarlo. Sin embargo les mancharon su imagen y estoy seguro que nunca Los
Tigres habían presenciado una protesta en contra de sus conciertos. Venir a
tocar a Arizona es Toxico porque el ambiente aquí huele a azufre. Si a México
como dice el Papa “le paso la factura el diablo.” En Arizona esta el infierno,
la oficina principal.
Desafortunadamente fue un concierto 100% político porque de
“La Jaula de Oro” ni Los Tigres se pueden escapar. Una estrofa de la canción
dice así:
“De que me sirve el dinero si estoy como prisionero dentro de esta gran nación, cuando me acuerdo hasta lloro y aunque la jaula sea de oro no deja de ser prisión.
Las rejas de la prisión llamada Arizona los atrapo con la
ilusión de un dinero que Los Tigres ya ni necesitan. Los Tigres pudieran seguir
tocando en cualquier parte del mundo sin ser rebajados a tener que aguantar
invitaciones de políticos vendidos con el Gobernador racista Doug Ducey. Sin
nuestra Carta Abierta, hubieran humillado a Los Tigres aun peor que la
humillación de quebrar un boicot que los tenia como la agrupación mas digna al
no prestarse a traer dinero a las arcas del estado mas racista de estados
unidos.
Aquí en Arizona se esta jugando un juego muy cochino bajo el
pretexto de olvidar el pasado y comenzar de nuevo. Comienza con promover la
mentira de que somos “Inmigrantes” en nuestras propias tierras. Sigue con que
aquí en Arizona todo esta bien cuando la Ley SB1070 sigue dándole armas a la
policía para deportarnos, y termina con demandas legales que insisten en negar
las licencias a los jóvenes soñadores y bloquean la implementación del DAPA.
Pero al pueblo Pan Y Circo donde nos distraen con música y baile para que nos
olvidemos de nuestra amarga realidad.
Con todo respeto le decimos a Los Tigres, A Gala
Entertainment, A la Ciudad de Phoenix, a los patrocinadores del concierto; no
es nada personal. Perdonen la molestia pero a nuestro pueblo lo siguen
fregando. La verdad no peca pero incomoda, ustedes invitaron un gobernador que
embiste contra nuestro pueblo y luego al llamarnos “inmigrantes” nos tildan de
extranjeros en nuestras propias tierra. No somos “inmigrantes,” no somos
criminales, somos pueblos originales.
Salvador Reza
Salvador Reza
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