Tlahtol Macehualli
Phoenix,
Aztlan (Donde vive el espíritu de la verdad)
Este 29 de julio hace diez años que retamos al Sheriff Arpaio y en un arresto masivo de casi cien personas paralizamos su maquina deportadora y publicitaria que había afinado desde que el gobierno federal con ayuda de la gobernadora Demócrata Janet Napolitano le había proporcionado en el intento de jugar el juego politico anti-migrante que persiste aun en día. Un juego que resulto en la elección de Donald Trump y que ha impulsado al Presidente Andres Manuel Lopez Obrador a convertirse en el acólito preferido de Donald Trump al prestarle la nueva Guardia Nacional para proteger a estados unidos en la frontera sur de Mexico y deportar todos aquellos refugiados de la miseria que se atrevan a pisar suelo mexicano.
Pero eso no es el mensaje de esta columna hoy.
El mensaje es que aun si presentamos la formula hace diez años para frenar al Sheriff Arpaio a nivel nacional no se ha comprendido o no se tiene la conciencia organizativa para lograrlo. Mucho tiene que ver con la capacidad independiente o autónoma de los supuestos defensores de nuestro pueblo para tomar las acciones necesarias para frenar esta ola represiva anti-migrante, anti-humana que se ha desatado aun peor que hace diez años.
Arpaio para amedrentarme y enseñarme una elección ordeno mi re-arresto justo unas cuantas horas de que me sacaron de la cárcel. En su mente limitada el pensaba que yo era el que estaba ordenando todas las acciones de protestas y arrestos. En su mente racista no podia pensar que nosotros solo lo que hicimos fue enfrentarlo en la Muebleria Pruitts como jornaleros, como pueblo fastidiado de su odio y su racismo en contra del pueblo trabajador.
Lo que siguió cuando a nivel nacional y a nivel mundial se encendieron los reflectores es que muchas de las acciones estaban fuera de nuestro control. Cuando un movimiento se enciende la energía lo lleva mientras no lo encarrilen exclusivamente a la política electoral. Porque allí es cuando se convierte en un movimiento controlado por intereses económicos
Eso lo estamos viendo con AMLO, y lo vimos con el movimiento Chican@ donde deja de ser un movimiento del pueblo y se convierte en movimiento con intereses económicos corporativos.
El caso clásico es el del movimiento campesino de Cesar Chavez que se ha convertido en un símbolo del partido demócrata donde utilizan su imagen y el “Si se puede” de Dolores Huerta para elegir y justificar a Barack Obama y sus 3 millones de deportados durante su mandato. Los arrestos de Cesar Chavez y el sacrificio de los luchadores se ha convertido en una cadena de radio que no organiza a nadie, pero si colecta millones de dólares de la industria disquera envenenando a los jóvenes con narco corridos pero siempre cuidando su status “no lucrativo” educacional para el beneficio de politicos como Michael Nowakoski que sigue defendiendo a la policía de Phoenix aun cuando el movimiento Black Lives Matter y Poder en Acción quieren mas controles para evitar el exagerado numero de muertes y arrestos a miembros de nuestras comunidades.
Hace diez años que con un boicot al estado de Arizona, acciones directas empezamos el fin de Arpaio. Ahora que otra vez asoma su cabeza corriendo para elegirse. Con Trump destruyendo es tiempo de analizar la diferencia entre un movimiento del pueblo o uno politico.
Salvador Reza
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