El pasado fin de semana nos visito un Hermano Mayor de la
confederación Tayrona con el mensaje de la madre tierra y de la vida. Asdrubal,
como le llamamos, es también un corredor espiritual de las Jornadas de Paz y
Dignidad. Pasaba en un recorrido con el pagamento a la madre tierra para el
equilibrio que nos da la vida.
El mensaje es que debemos mucho, por generaciones tras generaciones,
desde que dejamos de consultar y agradecer por el agua que tomamos, por el aire
que respiramos, por la comida que nos da la madre, por el fuego que nos abriga
con su calor. Los pueblos Tayrona sienten que tienen que venir a pagar por
nosotros, ya que nosotros no nos dieron las instrucciones o se nos olvido con
el materialismo; con la obsesión de
obtener mas y mas riquezas de la madre tierra sin consultar, sin agradecer, y
sin pagar.
Cuantos de nosotros aun escuchamos el cantar del pajarito al
amanecer, cuantos de nosotros aun al respirar nos damos cuenta que estamos
respirando vida. Que sin el aíra no aguantamos ni 5 minutos en esta vida.
Cuantos de nosotros aun agradecemos a las plantas por darnos ese oxígenos
sagrado y reciclar nuestro aliento impuro de dióxido de carbono hasta las
químicas industriales de industrias tóxicas que no solo nos enferman a nosotros
sino también enferman los bosques, las aguas, y hasta el fuego.
Cuantos de nosotros nos damos cuenta que con nuestras
acciones enfermamos el espíritu y con cada acto de odio, de rabia, de herir y
matar a nuestros semejantes también enfermamos y matamos el mismo universo que
nos acoge con nuestras estrellas, nuestras galaxias, nuestra luna y nuestro
sol.
Con el odio encarnado en la figura de Donald Trump se
manifiestan las generaciones de invasion, de inhumanidad, de despojo, y de odio
del ser humano contra el ser humano.
Pero no se queda allí, ese odio se dirige
hacia los que nos da la vida, sin saber que nos estamos suicidando no solo físicamente
sino espiritualmente. El momento que un ser humano mata a otro ser humano,
todos morimos un poquito como humanidad. En el momento en que una familia es
destruida, todos morimos un poquito como humanidad. Ya sea por el gobierno o
por nosotros mismos.
Y la destrucción no solo la causa Donald Trump, sino
nosotros mismos cuando levantamos la voz contra un ser querido hiriendo con la
palabra. Cuando nos embriagamos de orgullo, de vanidad, de rencor, de avaricia.
Es difícil vernos en el espejo humeante que nos refleja la memoria de la vida
desde lo que los científicos llaman el “Big Bang” hasta este momento.
Y este
momento es el que importa en donde uno a uno podemos tener un rayo de energía
solar que nos traspase el alma para enviarle un mensaje al pensamiento. Sin
embargo, el sol alumbra dentro de nuestra oscuridad. Con cada latido de nuestro
corazón se genera la chispa de la vida que nos da calor porque dentro de
nosotros también esta la energía del sol.
Nuestra temperatura es testigo que el
sol nos alumbra aun en la oscuridad. Solo tenemos que abrir la conciencia para
empezar a vivir pero también solo toma un segundo de oscuridad egoísta para
herir en el alma lo que mas queremos.
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