Por: Emma Martínez
Las comunidades
indígenas mexicanas han padecido acoso desde hace muchas décadas, pero desde
poco antes del 2005 están siendo acosadas por el Ejército estadounidense con la
ayuda de geógrafos de la Universidad de Kansas.
Los gobiernos e inversionistas
nacionales e internacionales están empecinados en mercantilizar la tierra y el
territorio de los pueblos originarios. Es por ello que los pueblos están
haciendo frente al despojo desde las comunidades indígenas que se resisten a
ser cómplices de los proyectos de inversión que favorecen la producción de
agrocombustibles, la concesión y explotación de proyectos mineros, las
represas, la reactivación de planes de infraestructura del Proyecto Mesoamérica
y el impacto de la reforma energética como plataforma para legalizar el saqueo
territorial, ya que todo ello traerá como consecuencia la destrucción de la
diversidad humana y biológica de los territorios ancestrales, describe el
Movimiento Civil Rostros del Despojo.
Afirmando que las políticas
gubernamentales de las últimas décadas han mercantilizado los recursos
naturales de los territorios de los pueblos indígenas, los cuales forman parte
de la negativa histórica por parte del Estado mexicano al reconocimiento pleno
de derechos colectivos de los mismo.
Las comunidades indígenas
mexicanas han padecido acoso desde hace muchas décadas, pero desde poco antes
del 2005 están siendo acosadas por el Ejército estadounidense con la ayuda de
geógrafos de la Universidad de Kansas. En aquel año, el Departamento de
Geografía de la Universidad de Kansas recibió 500, 000 dólares, de fondos del
Departamento de Defensa, para mapear tierras comunales indígenas en los estados
mexicanos de San Luis Potosí y Oaxaca, explica el activista y ecónomo Simón
Sedillo.
Por medio de la Oficina de
Estudios Militares para el Extranjero de los Estados Unidos (FMSO, por su sigla
en inglés), los profesores Peter Herlihy y Jerome Dobson construyeron desde
aquel año el proyecto “México Indígena”.
El investigador de la FMSO
asignado fue el Teniente Coronel Geoffrey B. Demarest, quien expuso que el
único camino para el ‘progreso y la seguridad’ en América Latina es el de la
privatización de las tierras comunales pertenecientes a indígenas. Asegurando,
“la posesión informal e irregulada de tierras favorece el uso ilícito y la
violencia”, y que la única solución para estos campos de cultivo de crimen e
insurgencia es la privatización y titulación de la tierra”, explica Sedillo.
Demarest aseguró en un ensayo
que “la misión primaria de la FMSO es evaluar amenazas asimétricas y emergentes
para la seguridad nacional de los Estados Unidos, es decir ejércitos
guerrilleros y organizaciones terroristas. Por otra parte, la FMSO está
evaluando movimientos sociales influidos por indígenas, como amenazas
emergentes para la seguridad de los intereses políticos y económicos en
México”.
El proyecto ‘México
Indígena’, se describe como una estrategia político-militar, la cual dio inicio
en el momento en que se otorgó al país un paquete de financiamiento militar por
parte de los Estados Unidos, conocido como la Iniciativa Mérida. “El control y
desplazamiento de comunidades indígenas pretende remover potenciales focos
rojos en la política, contribuir al control militar de la región y finalmente
‘liberar’ recursos naturales para beneficio del gobierno y, a su vez, sus
aliados trasnacionales”, afirma Sedillo.
Demarest, al tomar en sus
manos el mapeo de comunidades indígenas, aseguraba que era preciso identificar
pueblos y grupos, ya que era ahí donde se situaba la mayor resistencia al orden
mundial neoliberal en México, en zonas indígenas donde se exigía autonomía y
auto-determinación.
“Los indígenas siempre han
estado dispuestos a morir luchando por su tierras, más de lo que cualquier
gobierno ha estado dispuesto a matarlos y arrebatárselas. Para las comunidades
indígenas de México, reclamar su autonomía y territorio es por lo tanto una
reivindicación sumamente urgente de su identidad”, comenta Sedillo.
Hasta 2010, en México poco
más de 170 mil personas habían sido desplazadas de sus lugares de origen,
colocando al país en el segundo lugar en el número de afectados por la
construcción de megaproyectos en Latinoamérica. Hoy las cifras podrían haberse
incrementado hasta en un 10 %.
Baja California, Chiapas,
Chihuahua, Coahuila, Durango, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nayarit,
Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora,
Tabasco y Veracruz, son reconocidas de manera gubernamental como territorios en
donde empresas extranjeras mantienen algún tipo de proyecto.
Sobre el tema, el Obispo Raúl
Vera López afirma: “la militarización no es una cuestión nada más de América
Latina, es una situación que se da a nivel mundial, y puntualmente en México,
los hermanos de los pueblos originarios fueron desplazados hacia espacios en
donde no contaban con medios de subsistencia, tampoco habían procesos de
desarrollo que les permitiera a ellos ser sujetos de su propia historia, pero
con esfuerzo y sufrimiento lograron sobrevivir y vivir”.
“Sin embargo, hoy las nuevas
tecnologías satelitales han localizado recursos que pueden generar altas sumas
de dinero, los cuales existen en territorios indígenas. Esto ha sido el
principal detonante de la invasión que padecen quienes vivían en paz en
espacios con pocas carreteras, nulos medios de comunicación, con innumerables
carencias, pero subsistían, ahora otros han descubierto las zonas de mayor
diversidad, donde están los yacimientos de petróleo, los recursos acuíferos,
provocando así el desarrollo de libre comercio y la libre competencia que han
llevado a los grandes empresarios y a los grandes consorcios de producción
industrial, a incursionar en manufacturas que nunca se creyó que fueran de
interés para ellos, hasta que descubrieron que se podía obtener grandes
ganancias por medio de explotación”, comenta Vera López.
Según el Centro de Derechos
Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, “los proyectos de obras públicas a gran
escala y las iniciativas de extracción de recursos (denominados megaproyectos)
tales como represas, autopistas y minas, se están multiplicando en México. Si
bien el gobierno mexicano declara que estos proyectos de desarrollo se llevan a
cabo para beneficio de la población, los megaproyectos tienen consecuencias
devastadoras para las comunidades locales y el medioambiente, y suelen
beneficiar a los poderosos a costa de las comunidades más empobrecidas, rurales
e indígenas”.
El obispo afirma que dichas
empresas, a la par del gobierno, han desarrollado estrategias que les permiten
obtener beneficios y facilidades para la explotación de los recursos naturales
por medio de mecanismos que los han llevado a penetrar las tierras de los
indígenas, provocando que nuevamente dichos grupos sean desplazados para dar
paso a mega proyectos que van desde los acueductos, oleoductos, hasta
gasoductos, sin dejar de contar los corredores industriales.
“Como ejemplo tenemos el
corredor industrial que se han querido abrir desde hace años los
norteamericanos, vía México-Centroamérica, en un principio por medio del famoso
Plan Puebla Panamá (PPP). Otro de los principales motivos por los cuales los
indígenas son objeto de agresiones terribles y desplazamientos humanos, es la
apropiación ilícita de los mantos acuíferos; extranjeros junto al gobierno
despojan a los dueños de esas zonas, dañándolos física y moralmente, al
robarles el agua, para uso de las grandes hidroeléctricas”, plantea Vera López.
Los ataques contra los
indígenas, en la lucha por explotar cuanto se pueda en sus territorios, según
el Obispo Raúl Vera, se han afianzado por medio de un control del territorio a
través de las fuerzas militares, quienes han penetrado las zonas para
oprimirlos y agredirlos, incluso hasta el homicidio, es por ello que “en las
comunidades se están levantando y están tomando la fuerza, defendiendo sus
propiedades y su integridad física”.
Y sentencia que, “esa
deshumanización en contra de los grupos vulnerables es producto de la ambición
que hoy existe, y es desatada por un mercado no controlado que se hace llamar
‘libre mercado’ y que se mueve a la par que la nueva metodología del capital
neoliberal, en donde los grandes comerciantes del mundo, a la par de los
grandes productores y los grandes consorcios, tienen de rodillas a los
políticos, a quienes ya han comprado y corrompido para darles seguridad a sus
proyectos”.
Puntualizando que, “dentro de
los enemigos de los indígenas se encuentra la industria extractiva. México
tiene más de la tercera parte de su territorio ocupado en esta actividad, y
ahora con la Reforma Energética los extranjeros que extraigan metales también
van a absorber lo que encuentren a su paso. No solamente afectando a los dueños
legítimos de las tierras, sino también contribuyendo al cambio climático y al
famoso calentamiento global por medio de una sobreexplotación de la tierra”.
El sociólogo Jorge Mercado
Mondragón sentencia que “la ausencia de un mecanismo para cuantificar de manera
objetiva el número de desplazados es, sin duda, uno de los retos más
significativos en México para poder visualizar dicha problemática, y se suma el
no reconocimiento explícito por parte del Estado mexicano de la existencia de
un número importante de desplazados en el territorio nacional”.
“El Estado mexicano debería
poner atención a esa situación antes de que se convierta en una crisis
humanitaria de alcances inusitados, como aparece apuntar, donde pareciera que
el dinero es más importante”, afirma.
“El gobierno mexicano es
responsable de las violaciones a derechos humanos de indígenas, pero también lo
son las empresas canadienses, americanas y europeas que invierten proyectos en
México, son cómplices, aprovechando la disposición del gobierno mexicano a
pasar por alto los problemas ocasionados por sus representantes, implementan en
el país prácticas perjudiciales que serían inaceptables en sus países de
origen. Algunos empleados de estas compañías han estado implicados en
agresiones físicas e intentos de asesinato dirigidos contra indígenas y
activistas sociales y ambientales… pero la justicia no llegó”, asegura el
Centro PRODH.
Este contenido ha sido
publicado originalmente por teleSUR bajo la siguiente dirección:
http://www.telesurtv.net/opinion/Indigenas-mexicanos-acosados-por-Ejercito-de-EU-como-parte-de-un-plan-para-privatizar-sus-tierras-20150526-0045.html.
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www.teleSURtv.net
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